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lunes, 9 de mayo de 2016

Dos días con Quino: Las fotos (+ un video)


 
 www.elsol.com.ar


A pesar de sus problemas de salud, Quino continúa exhibiendo una gran voluntad para asistir a los eventos donde lo invitan y homenajean. Y para estar cerca de las y los lectores de toda edad que lo aman. Este grupo de fotografías (Feria del Libro 2016) lo muestran el día viernes 6 firmando ejemplares en el stand de Ediciones de la Flor y el sábado 7 en la Sala Villafañe, durante la charla junto a Tute y Juan Sasturain.


 
"Con mano temblorosa y la habitual generosidad que tiene con sus lectores, Quino, de 83 años, no sólo firmó sino que estampó un dibujo en los ejemplares que los fanáticos de su inoxidable Mafalda le acercaron por dos largas horas al stand de Ediciones De la Flor. Allí hoy, a las 20, el humorista gráfico sorprenderá con la presentación de algunas tiras inéditas. Un posible repechaje para los que ayer no llegaron a saludar al maestro" (La Nación - Foto: Sergio Filipuzzi).



"Joaquín Salvador Lavado, "Quino", en la Feria del Libro de Buenos Aires. 
El mundo de hoy sería, para la entrañable Mafalda, "un desastre y una vergüenza", 
asegura el célebre dibujante 'Quino', quien más de medio siglo después 
de crear su icónico personaje gráfico  reconoce que le gustaría  ser recordado como 
"alguien que hizo pensar a la gente las cosas que pasan" (www.elsol.com.ar).


Youtube (video subido por Bettina Pucheta)


Un  instante de la charla del sábado, acompañado por Tute y Sasturain. 
Ojalá pronto tengamos detalles sobre este momento... 
Ediciones de la Flor (Facebook)



¡Muchas gracias, Quino!






martes, 3 de mayo de 2016

¡Llegó la 2da. temporada de ¡Plop!



 Maicas, Alejandra Lunik y Sasturain 
(Facebook Claudio Spósito/Daniela Blanco)


Una muy buena noticia: ¡Plop! regresó este martes al Canal Encuentro. Para quienes no pudieron disfrutar del primer capítulo, nada de que preocuparse: Los sábados se reitera la emisión presentada en la semana. La serie -que comenzó con Humor Femenino-  sin dudas será tan interesante y divertida como la del año pasado. Conducen Juan Sasturain y Eduardo Maicas,una dupla que se entiende muy bien. ¡Imperdible!





Días y horarios:

Martes 21:00
Martes 02:30 hs
Martes 07:00 hs
Martes 17:00 hs

Sábado 01:30 hs
Sábado 18:00 hs



No olviden que los capítulos de la 1ra. temporada pueden verse (y bajarse) en el sitio de Canal Encuentro:

 http://www.encuentro.gob.ar/



viernes, 22 de mayo de 2015

"El humor gráfico argentino tiene para rato"



Así lo expresa Juan Sasturain, quien junto a Eduardo Maicas fueron entrevistados por Juan Manuel Strassburger  con motivo de la reciente presentación de Plop! en el canal Encuentro
El humor gráfico ayer y hoy, sus figuras y las características del programa, en esta extensa nota reproducida del sitio InfoNews:


InfoNews


La vigencia del humor gráfico 
por  Juan Manuel Strassburger
 InfoNews - Viernes 22 de Mayo de 2015 

En su programa por Canal Encuentro, ¡Plop! Caete de risa,
 los conductores recorren la historia del humor dibujado en la Argentina. 



Mientras hacía Continuará, aquel programa de Canal Encuentro que durante cinco temporadas brilló al mostrar la historieta argentina con una gracia y conocimiento como no había podido verse antes, a Juan Sasturain siempre le rondó en la cabeza hacer un programa similar pero dedicado al humor gráfico.
Es un género que, a simple vista, puede parecer contiguo al de la historieta (y así es) pero que también guarda su propia especificidad. Por empezar, la ausencia (en el caso de las viñetas de un solo cuadrito) de un relato a partir del cual sostenerse. Eso implicaba la creación de nuevos recursos televisivos y, no menos importante, el abordaje de otro abanico de autores (como Quino, Sábat, Mordillo o Caloi) que no tienen nada que envidiarle en cuanto a mito y peso artístico a sus pares de la historieta. 
"El desafío era hacer algo televisivamente distinto a Continuará, pero que también conservara su mismo espíritu entretenido e innovador", cuenta el escritor a Tiempo Argentino sobre ¡Plop! Caete de risa, el nuevo envío de Encuentro que se propone "recorrer la historia del humor dibujado en la Argentina", de la mano de entrevistas a figuras relacionadas, como Rep, el Negro Dolina, Carlos Garaycochea, Fernando Sendra, Crist, Hermenegildo Sábat y Maitena, entre otros. Y que volverá a contar con Sasturain en la conducción, sólo que esta vez acompañado por el reconocido dibujante y humorista Eduardo Maicas. 

–¿Qué hizo que hagan este programa juntos? 
Eduardo Maicas: –Yo ya era televidente de Continuará. Los vi todos. Me encantaban. Era un programa del palo. Por eso cuando Juan me convocó, fue una gran alegría. ¡Hice plop! (risas). La verdad es que lo pasamos muy bien haciendo el programa. Juan quería darle una vueltita de tuerca como para poder liberarse de la parte humorística y dejarme ese aspecto a mí. Salvando las distancias, que fuera como "El Contra" de Calabró.
Juan Sasturain: –La idea desde el principio fue descontracturar la charla sobre los contenidos y hacerlo más parecido a un ida y vuelta de amigos. Separar la información dura que va en off y dejar que fluyera la conversación. Porque acá el tema es el humor. Y no se puede tratar el humor de otra manera que no sea disfrutándolo. Y si hablamos de cosas que nos gustan, hay que respetar ese clima. Si no, hubiese aparecido una distancia que no era linda. 
EM: –El otro día vi un reportaje a Jean Renoir que me pegó. Decía: "Nadie es igual cuando lo están filmando." Bueno, pese a la frase de Renoir, tratamos de que se mantuviera ese clima de amigos.
JS: –Además, los programas son muy distintos porque el vínculo que tienen los entrevistados con el tema es muy diferente en cada caso. Cuando hablamos con Quino o con Mordillo, hablamos con el responsable de la obra. Pero cuando hablamos con el Negro Dolina por Caloi, lo que aparece ahí es otra cosa, no sólo el autor y su obra. 

–A eso habría que sumar los vínculos que tienen ustedes con cada uno ellos, ¿no?
EM: –Sí. Con Rep, por ejemplo, se nota que tenemos una amistad total. Pero él a su vez supo abstraerse de eso y explicarnos todo lo referido a Oski de una manera que es imposible que puedas encontrar en otro lugar. 

–Juan, siendo que conocés a casi todos los dibujantes y humoristas del medio, ¿por qué elegiste a Maicas para que te acompañe? 
JS: –Porque Edu, además de ser absolutamente idóneo en la profesión y conocer a mucha gente y ser un buen lector, tiene el repentismo del cual carecemos la inmensa mayoría. Es un humorista natural. Y eso no se consigue así nomás. 
EM: –Gracias, Juan. Me honra mucho lo que me decís. 

–Ambos son grandes conocedores del género. ¿Hubo algo que aprendieran o redescubrieran después de haber terminado de grabar esta primera temporada? 
EM: –Para mí fue muy importante la presencia del autor en vivo porque nos permitió acercarnos a aspectos de la obra que no conocíamos. Sábat, por ejemplo, que nos deslumbró con su conocimiento sobre el humor político de los años treinta.
JS: –Hubo zonas que nos sirvieron para aprender un montón de cosas. Ahora me acuerdo de tres. Por un lado, todo lo vinculado con el origen del humor gráfico argentino, los autores anteriores a Caras y Caretas. En ese sentido, la charla con Carlitos Nine en Salón de los Bustos de la Casa Rosada fue reveladora. Tomamos conciencia de la cantidad y calidad de laburo que hubo en el último tercio del siglo XIX. Fue muy rico y hay muchos autores. Después, fue muy interesante toda la vinculación del dibujo humorístico con las artes. Eso lo hicimos en Bellas Artes con el Negro Crist, una persona totalmente fusionada en ambas vocaciones. Y finalmente, lo que nombraba Maicas de Sábat: su conocimiento sobre un período muy conocido del humor gráfico argentino, el del período de entreguerras, toda esa producción de izquierda que trató los crímenes del nazismo, de la Segunda Guerra Mundial.

 –¿Qué potencia le ven hoy al humor gráfico? ¿Cómo sigue afectando la vida cotidiana? 
EM: –No es un pregunta fácil. Me lleva a pensar por qué no hay revistas de humor gráfico como había antes. Barcelona lo incluye, pero no se dedica especialmente. Creo que el peso del humor sigue estando en la capacidad de los humoristas, que no son tantos. En la última época surgieron más dibujantes que humoristas. Caloi siempre me comentaba: "Decí que a nosotros se nos ocurren los chistes, si no tendríamos que ir a laburar al puerto" (risas). Hay dibujantes de la puta madre, como Lucas Varela, Diego Parés, Dante Ginebra, Bobillo y tantos otros. Pero humoristas no hay tantos. Por otro lado, cambiaron los códigos. Porque hoy muchos prescinden del remate. El caso de Liniers, por ejemplo, que le encontró otra vuelta y que obviamente no critico. Pero yo soy más de buscar el remate, el plop (risas). Lo considero mi arma. 

–Si las tiras y viñetas de humor a veces se comentan con fuerza en las redes sociales, ¿es que el oficio no perdió vigencia sino que en todo caso se reformuló? 
JS: –Sí. Lo que pasa es que acá, en su momento, hubo grandes revistas de historietas y de humor gráfico. Eso tuvo su apogeo en épocas donde compartían su clientela con la radio. Desde entonces, y con el caso particular de Barcelona, esos espacios fueron desapareciendo paulativamente como unidades de consumo. Hasta ese momento, las revistas eran el domicilio del humor gráfico. Era el lugar donde estaban todos los que laburaban de esto, no faltaba nadie. La última gran revista de ese tipo fue Humor. Y eso desapareció. Quedaron los diarios, las revistas dominicales y alguna otra publicación. 
EM: –Es curioso porque la gente valora al dibujante. Y por ahí te dice: ¿cómo es que no existe una revista de humor? Ahora, si la hacemos, no la compran. 

–Lo que llama la atención es que, pese a ese repliegue, siguen apareciendo pibes que en su blog o tumblr se lanzan a hacer sus propias tiras. Y muchas veces trascienden. 
EM: –El humorista gráfico argentino fue tan prestigioso que evidentemente dejó una escuela que continúa ahí. 
JS: –Al punto de que en muchos de esos casos se produce después el salto de la pantalla al libro. 

–Desde este punto de vista, el humor gráfico goza de buena salud. 
JS: –Sí. Y lo único que se puede hacer ante el cambio de soportes es describir el fenómeno. Si no es como quedarse lamentado la muerte del disco de pasta. 
EM: –Siempre está la prensa que exagera y te sepulta con que el humor gráfico se acabó, la historieta se acabó. 

–Visiones apocalípticas que no terminan siendo realistas. 
EM: –Yo no las creo. Y eso que defiendo el papel a muerte. Pero creo que ambos formatos conviven. 
JS: –Lo mismo pasa con otros géneros. Si no mirá el stand-up, que reformuló el humor sobre el escenario. Las cosas se reconvierten y vuelven a existir.

–Comparten entonces una mirada que atiende lo vivo y presente que tiene el oficio en diferentes soportes actualmente. 
JS: –Totalmente. La mirada nunca es nostalgiosa. No decimos: "¡Uy, las cosas que se perdieron!" No, porque no se perdió un carajo. Las cosas siguen estando. Estamos despiertos a todo lo nuevo que aparece y a los nuevos protagonismos. El humor gráfico argentino tiene para rato. 

Las secciones 
Con la premisa de valerse de recursos televisivos que ayuden a ilustrar aquello de lo que se hablaba, Continuará generó el interés de muchos ajenos al mundo de la historieta. 
Con ¡Plop!... la intención fue mantener esa búsqueda, aunque con recursos visuales especialmente creados en función del objeto. 
"La idea, tanto antes como ahora, fue siempre que el formato esté al servicio del contenido y no el contenido al servicio de formato", señala Daniela Blanco, creativa de la productora Nativa que –junto con César Castellano (productor ejecutivo)– fue la encargada de imaginar y materializar las innovaciones visuales que tanto Continuará como Plop plasmaron en la pantalla chica de Encuentro. "Si bien la historieta y el humor gráfico tienen zonas superpuestas que se tocan, no dejan de ser contenidos diferentes", señala. Y contrasta: "En Continuará trabajamos con la idea de narración y del relato. En ¡Plop!, en cambio, al estar basado muchas veces en una sola viñeta pensamos segmentos y secciones que proporcionaran humor." 
Con un gran cuidado de las locaciones (pensadas en función del entrevistado o la temática a tratar), la productora creativa describe las secciones creadas para el programa.
-El chistólogo: la teorización sobre el humor de un autor en particular, ya sea un programa monográfico o biográfico. -Mi vida es un chiste: a partir de un invitado que elige una determinada situación, anclar el humor en la vida cotidiana, mostrar cómo siempre está presente en el día a día. 
-El cover: otro dibujante reinterpretando un cuadrito o una determinada página. 
-La mano que dibuja: la utilización de una mano (la del dibujante Diego Parés) que va dibujando lo que relata la voz en off.

 JUEVES 
¡Plop! Caete de risa se emite los jueves a las 21:30 por Canal Encuentro. Repiete viernes 12:30 , sábados 13:30, domingos 17:30 y lunes 7:30.

"Lo primero que sale es el titulo" 

Como Continuará, que tuvo su primer gran acierto en lo representativo del nombre elegido para el programa, ¡Plop! Caete de risa también tiene su gracia ilustrativa. 
"Casi siempre lo primero que sale es el título", cuenta Sasturain. "Un título que te motive y que te de una idea general de lo que te vas a encontrar. Y ¡Plop! me pareció lindo porque remite a ese mecanismo del humor que consistía en la sorpresa de alguien ante la ocurrencia del otro y que se resumía en esa onomatopeya: ¡Plop!". El autor de Manual de perdedores y la saga del veterano detective Echenique, reconoce que muchos asociaron el nombre a la recordada Condorito. "Lo que pasa es que esa revista es tan tradicional que es una gran exponente de formas que caducaron hace años. Pero con ese mecanismo acá también tenemos a Patoruzú o Isidoro, que a veces hasta se caían al revés, de pera", recuerda. 

–¿El "plop" en el humor gráfico es un fenómeno regional latinoamericano o también se ve en otra partes del mundo? Porque Continuará tenía su contraparte anglosajona en To be continued. 
Sasturain: –Y también en francés. Es cierto. Pero me parece que en este caso el "plop" es muy nuestro. Aunque recuerdo de alguna tira de Peanuts de Schulz en donde Carlitos también vuela hacia atrás. ¡Habría que estudiarlo al tema, eh!


Visitar:

http://todoshow.infonews.com/nota/201407/la-vigencia-del-humor-grafico





sábado, 9 de mayo de 2015

Un nuevo ciclo en el Canal Encuentro: "Plop! (Caete de Risa)"



Canal  Encuentro


El jueves pasado se estrenó otro espacio dedicado al humor y la historieta en el canal Encuentro: Se llama Plop! Caete de Risa y se suma a los ya emitidos Continuará... , El Mosquito y muchos más. 
Se trata de una serie de entrevistas, reflexiones y notas históricas sobre los temas mencionados de media hora de duración. Lo conducen Eduardo Maicas y Juan Sasturaín.
El primer programa llevó por título Oski, el equívoco primitivo y tuvo como invitado a Miguel Rep. También colaboraron Federico Reggiani, Esteban Podetti y Patricia Breccia, además de las ilustraciones de Diego Parés y los delirios de un particular artista plástico. Esto es, un tono desacartonado, informal, creativo  y divertido, y a la vez con apreciaciones valiosas, como lo hubiese aprobado el mismo Oscar Conti.



Sasturain y Maicas con Alejandro Dolina en uno de los programas
 (fotografía suministrada por Pablo Sapia)



Incluyo a continuación el resto de las presentaciones, cedidas a los amigos quinterneanos por Pablo Sapia (quien participará en la segunda emisión):

Estreno: Jueves 7 de mayo a las 21:30 h 
Repeticiones: Martes 04:00 hrs. - Viernes 12:30 hrs. -  Sábado 13:30 hrs. -  Domingo 17:30 hrs.




www.prensaargentina.com.ar



Orden de emisión:

1 - Oski, el equívoco primitivo.
2 - Quinterno y Patoruzú (próximo jueves 14 de mayo)
3 - Calé y Medrano.
4 - Quino.
5 - El Caloidoscopio del Negro Caloi.
6 - Las Chicas de Divito. El humor que se convirtió en moda.
7 - Landrú y Tía Vicenta. La mezcla del humor político con el absurdo. 
8 - El Mosquito - Don Quijote.
9 - El humor gráfico y las artes plásticas.
10 - Viñetas para la libertad.
11 - El humor censurado.
12 - El humor erótico en el humor gráfico argentino.
13 - Mordillo.


Visitar:
http://www.encuentro.gov.ar/






sábado, 2 de mayo de 2015

Sasturain y Maicas en la Alianza Francesa



Información: Facebook Banda Dibujada



Este jueves 7 de Mayo a las 19:00 en el Auditorio de la Sede Central de la Alianza Francesa en Buenos Aires (Avenida Córdoba 946), Juan Sasturain y Eduardo Maicas deleitarán a todos los amantes de las historietas y el humor gráfico con una charla que seguramente transcurrirá entre agudas reflexiones y muchas risas. ¡Para no perdérselo!










domingo, 19 de abril de 2015

Un símbolo y un ejemplo: Tomás Sanz en el Museo del Humor



Todo Noticias


El siguiente texto pertenece a la página del MuHu. Lo compartimos aquí y desde ya recomendamos visitar esta exposición -inaugurada ayer- de uno de los referentes más importantes del humor y el periodismo argentinos a partir de los años 70 a la actualidad. Además se trata de una persona muy admirada y querida, como bien lo demuestran las palabras de Jorge Meijide y Juan Sasturain, dos de sus compañeros en el camino de la creación:



Tomás Sanz: Zapatos en la heladera 

El Museo del Humor te invita a la muestra 
"Tomás Sanz: Zapatos en la heladera", 50 años de dibujos en busca de un lugar. 
Curador: Jorge Meijide. 


Tomás Sanz nació en Quiroga, provincia de Buenos Aires, en 1937 y estudió en la Escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano. Su carrera profesional empezó como dibujante y creativo publicitario. Más adelante, fue ilustrador y guionista en las revistas Satiricón y Chaupinela y director de las revistas El Ratón de Occidente y Humor. Escribió el libro Pequeño diccionario del fútbol argentino, ilustrado por Roberto Fontanarrosa. A partir de la década de 1980, participó en numerosas muestras de humor e historieta. Actualmente, escribe y dibuja en el diario deportivo Olé. 

Inauguración: sábado 18 de abril a las 12 hrs.
Cierre: 21 de junio.
Días y horarios: Lunes a viernes de 11 a 18 hrs; sábados y domingos de 10 a 20 hrs; feriados de 12 a 20 hrs.
Lugar: Sala A del Museo del Humor (Av. de los Italianos 851, Costanera Sur)
Entrada: Jueves a domingos y feriados $10; lunes, martes y miércoles gratis. Menores de 14 años: gratis todos los días.


Su curador, Jorge Meijide, dice sobre la muestra

“Un escritorio limpio es signo de una mente enferma” dicen que dijo Einstein y, si hubiera un candidato para aseverar la célebre frase, ése sería Tomás Sanz. Entrar en la oficina de Tomás, en el cuarto piso de Humor, era enfrentar las Torres Gemelas de papeles. Y si quieren también el Empire State, el Kavanagh y la Petronas. Entre todo ese complejo edilicio de notas, apuntes, borradores, cabezales, títulos, guiones, bocetos e ideas surgía la cabeza de Tomás quien, esgrimiendo esas increíbles cejas en V corta invertida (pieza preciada de todo caricaturista) esbozaba un “¿Qué decís, Jorge?”. Y continuaba mezclando los ingredientes del plato fuerte de la próxima quincena.

“Zapatos en la heladera” es lo absurdo, una referencia inevitablemente surrealista. Un par de timbos al lado del tupper con matambre, el sachet de leche y el pan de manteca, alusión directa a lo ecléctico de esta muestra. Pero si pensamos que antes del zapato estuvieron el escarpín, las Pampero, los mocasines de Guido y los abotinados de hoy podemos pensar que en todo ese eclecticismo de su obra hay un cordón, más bien un hilo conductor. Seguramente esos increíbles escorzos dibujados con maestría en sus desopilantes escenas costumbristas son la consecuencia de los estudios sobre modelo vivo laburados en el taller de Estímulo de Bellas Artes. Y las escenografías que contienen esas escenas abrevan en cada trazo dedicado a la ilustración publicitaria. Todo esto es camino recorrido, trayectoria. En esta exposición retrospectiva hay un vasto muestrario de toda su tarea. Están sus carbonillas con desnudos y los dibujos en todas sus variantes: publicidad, caricaturas, historietas, chistes... y hasta la réplica exacta de revistas con sus distintas tipografìas e imágenes. Todo a mano. Quién no recuerda sus célebres “Visitas guiadas” en Chaupinela; los laburos en El Ratón de Occidente que incluyen una tapa de su autoría, y todo lo realizado en Humor. “Aprendiendo a jugar al tenis con Ion Tiriac”, el suplemento “Pelota”, “Fiambres en el ring”.Y entre tantos editoriales escritos quedó marcado a fuego el que apareciera apenas desatada la guerra de Malvinas. 

Por encima de todo Tomás se define como dibujante. Cultor del bajo perfil. Esas doble páginas que al pie del título decían Humor y Ceo; Humor y Tabaré; Humor y Grondona; Humor y Parissi eran guiones de él! Y no decía nada: ¡verdaderamente todo por el equipo! Si vale la comparación, surge inmediatamente la imagen de Juan Carlos Rulli, aquel histórico volante de la Academia, el hombre de los ocho pulmones como lo bautizara un relator radial. Talento, entrega y humildad. Bien de arriba y bien de abajo. Marca, cierre, despeje, quite, contención, traslado, relevo, remate, cientos de asistencias de gol. Hoy, en el Museo del Humor, todos sus incondicionales hemos instalado un arco. Dos postes, un travesaño, la red intacta. A simple vista, es como cualquier otro. Pero no es así: ¡es el arco del Celtic! Va a patear Tomás. Todavía no se dio cuenta de que es el Chango Cárdenas. 




¿Qué Tomás? (por Juan Sasturain)

Como en la vieja perinola –tan tradicional como la pregunta del equívoco– yo tomo todos. Porque no se puede elegir. A Tomás hay que tomarlo como viene, así, solo, con hielo, nunca con bebida cola. Entero y sin beneficio ni perjuicio de inventario. Es todos los que están, los que estuvieron antes, los que por siempre estarán. A diferencia de Sarmiento, que aunque no faltaba nunca a menudo sobraba, Tomás es infaltable sin sobrar jamás. 

En este apunte caradura y manoblanda, trataré una vez más de hacerle la justicia que no pide ni precisa, y en voz alta lo incorporo al santoral tras un concilio tácito de tantos. Los tomases tienen que ver con la fe. Uno en tiempos duros del Maestro sin corona dijo -y fue humillado- que necesitaba ver para creer; el otro -ya eran campeones, dueños de la pelota religiosa- explicó por qué creer era natural, inevitable. Este Tomás no sé en qué cree, pero al verlo y ver qué hace, uno le cree a él. Es lo que importa. No es tan común entre artistas. Tampoco en general. Tomás sobra largamente lo que parece. Tiene perfil bajo hasta cuando está de frente. Saludablemente –sin paradoja- pertenece a una clase en sobria y discreta extinción. En un bar, es el reservado, no el mostrador. En la cancha, un ocho solidario pero que no se tira al piso, un diez con llegada que festeja sin énfasis pocos goles inolvidables: más Bocha Maschio, que Pentrelli, con toques del Marqués Sosa. Por ahí. 

Una vez, una de las pocas veces que charlamos con cierta efusión contenida a media rienda, Tomás me contó algo que había pensado y que seguro compartió también con otros acaso más cercanos: los tangos creados -y perdidos casi en simultáneo- en la improvisación del silbido callejero. “Uno vuelve a casa tarde, silbando solo en la noche, y le sale una melodía y es un tango, y no es ninguno que exista pero es único”. Tal cual. 

En el Argumentum Ornitologicum borgiano, que está en “El hacedor”, el maestro dice (cito de memoria y con los redundantes ojos cerrados): Cierro los ojos y tengo la imagen de unos pájaros, varios, entre tres y cinco; al abrirlos no sé decir cuántos eran, pero eran un número preciso. Por lo tanto, Dios existe. Y no solo eso, digo yo: tiene la exclusiva de los tangos de Tomás, que disfruta como eternas esculturas de hielo, mientras hojea una carpeta grande así, con todos los dibujos que dejó dormir en el block de apuntes, que tiró o se le cayeron de la mesa en la cocina, en el bar, en las ruidosas redacciones. 

Algo de todo eso –un chalecito hecho con ladrillos de Nabucodonosor, en la preceptiva doliniana, tan afín- está colgado en esta exposición de maravillas que busca un orden sin necesidad, un lugar que siempre estuvo ahí. Es como recorrer una casa chorizo de barrio, reciclada, con pasillo embaldosado que da a una vereda de Calé, pero con bar de Medrano en la esquina. O como abrir un ropero de tres cuerpos con espejo tipo Alicia y fotos de cantores y jugadores de bigotito clavados con chinches en la parte interna de la puerta con el corbatero vacío y cajones llenos de tesoros secretos y maravillosas boludeces: un disfraz de carnaval de El Zorro, pantalones Oxford, pulóveres de cuello alto que no pudo tirar. Pasen y vean. No los va a defraudar.






martes, 9 de septiembre de 2014

La Biblioteca Nacional presenta a un Matrimonio que hizo historia






El adjunto es el volante de invitación a la presentación del libro Aventuras de un Matrimonio sin bautizar. Se trata de una edición facsimilar de la serie completa (a cargo de la Biblioteca Nacional) que -como expresa José María  Gutiérrez- "sin firma,  R.Tomey y Oscar Soldati realizaron en 1916 para PBT, y que por diversos motivos podemos considerar la primera historieta argentina de formulación moderna". 

Este trabajo -que lleva ya varios años de proceso- será presentado por el propio Gutiérrez junto a Horacio González y Juan Sasturain el jueves 25 de septiembre a las 19 hs en el tercer piso de la Biblioteca Nacional. También participarán Federico Reggiani y Federico Mutinelli.

Recordamos que José María Gutiérrez está a cargo del Archivo de Historieta y Humor Gráfico argentinos de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno" y que es uno de los autores de "La Historieta Salvaje", editado en 2012 y donde se presentaban algunos de los episodios de esta curiosa pareja, con varias singularidades para contar en su paso por el papel. 

Un material muy valioso para la consideración de todos los amantes de la historieta argentina, tan llena de tesoros aún por descubrir.





jueves, 18 de julio de 2013

Señor Mordancio, ¡Usted es un monstruo!



A mediados de 1958 llegó al semanario Patoruzú una nueva versión del mundo oficinesco: "Motín a bordo (¿no es así su oficina?)" del gran Roberto César Battaglia (1923-2005).

Mientras su antecesor Don Fierro planteaba el típico caso jefe déspota-empleado sumiso, aquí lo situación cambia de manera radical: los empleados enloquecen una y otra vez a su jefe Mordancio y a su empleado fiel Chupitegui (el clásico alcahuete). Aquellos con seguridad se sienten inconformes con el destino laboral que les tocó en suerte o que no tuvieron más remedio que aceptar por necesidad y reaccionan con quien tienen a mano, o simplemente porque sí, por la innata agresividad humana, sobre todo en estos espacios donde nada es comprobable (y maliciosamente ellos lo saben). 
Sin embargo, el punto clave es que Mordancio pretende ser un jefe exigente, respetado y temido, pero lejos está de lograrlo. Los empleados le han tomado el tiempo y saben de su debilidad: Por lo tanto, lo manejan sin correr riesgos.
Un poco por falta de personalidad y capacidad de líder, otro poco por ingenuidad, por estupidez o porque en el fondo no tiene maldad y debe actuar un rol que no termina de sentir, el sufrido jefe la pasa muy mal. Lo tenga todo en contra o todo a favor, él siempre es apuntado como el victimario, el "monstruo" según el criterio del Director General, del que nos preguntamos si en el fondo no lo tiene "alquilado" como el resto.
                           

 Nº 1083, 8 de septiembre de 1958

 Nº 1092, 10 de noviembre de 1958



Nos comenta Juan Sasturaín

"Esta historieta cuyo apogeo hay que encontrarlo en los finales de la década del 50, rompió con todos los esquemas aplicados al tema que nos ocupa. Hay que tener en cuenta que por entonces proseguía Don Fierro en la publicación, lo que agudiza la originalidad total del planteo.
En primer término, Battaglia dibuja como un bárbaro. Segurísimo en el rasgo sobreactuado, el gesto excesivo, siempre caracterizó con agudeza, fue más allá de la tipología de los criminales de Chester Gould para Dick Tracy y le dio al cuerpo un lugar físico y expresivo ejemplar: Battaglia dibuja caras, bocas, brazos, panzas, trastes, ademanes. Todo. Mete cejas, orejas, pies con callos, bocas descomunales, lo que necesite.
En segundo lugar, Battaglia cuenta historias de bárbaros. Sus personajes son descontrolados, capaces de alevosías, puñaladas, ahorcamientos, furias locas; campea una violencia nada sórdida, casi festiva en lo desproporcionada, al estilo de Tom y Jerry; inclusive hay largas secuencias de Don Pascual traducibles en lenguaje cinematográfico. Todos elementos están presentes y constituyen Motín a bordo.


 Nº 1096, 8 de diciembre de 1958

 Nº 1104, 2 de febrero de 1959


(...) La situación se repetía semanalmente: 1) Los subordinados planeaban alguna maldad o la realizaban de hecho. 2) Exasperado, Mordancio tomaba violentas y a veces equivocadas represalias. 3) El Director General lo sorprendía exactamente cuando maltrataba a alguien y le caía la consiguiente acusación: "Señor Mordancio..." Y así al infinito.
(...) Hay varias cosas. En primer lugar, por primera vez la oficina se convierte en campo de batalla colectivo de dos bandos a partir de una guerra cuyos términos se dan por supuestos: empleados vs. jefe. Los indeterminados laburantes, como los alumnos de un secundario, no precisan la agresión de la autoridad para justificar sus desmanes. Es una respuesta a una manifestación del sistema que va más allá de la persona ocasional que tienen por responsable.
Lo otro es la vuelta de tuerca que introduce un poder superior, el orden jerárquico o la Ley del Gallinero de la mano del bigotado y temible Director General. Así, por el absurdo de la exageración y el despropósito, Battaglia construye un mundo delirante pero que -como el de Don Pascual- alude sagazmente a lo cotidiano.


 Nº 1106, 16 de febrero de 1959

 Nº 1108, 2 de marzo de 1959 

Motín a Bordo constituía el desborde de Patoruzú, el desmadre, la manifestación deformada de un caos temible que rompía todas las seguridades de la sujeción autoritaria mientras la línea de la revista apuntaba para otro lado.
En esa capacidad subversiva -con perdón de la palabra- radica la riqueza de Battaglia, que no hizo costumbrismo ni se sujetó a un esquema simple de amo-esclavo sino que buscó un paso más allá, en la inversión despiadada de los términos con un saludable salvajismo no solo conceptual sino expresivo, formal. Pocas veces se ha conseguido eso." (1)


 Nº 1137, 21 de septiembre de 1959

Nº 1139, 5 de octubre de 1959

Cada una de las situaciones nos proporciona risas instantáneas, mérito de tanta imaginación vital y desbordada, de tanta capacidad para entender y lograr el absurdo o el grotesco.
También titulada Motín a bordo y Mordancio, jefe y mártir , llevó hasta 1959 formato apaisado, tal la presentación de la revista. Luego, por el mismo motivo, se pudo leer con su diseño vertical definitivo.
Sobre aquella primera etapa, una selección de esta selva de cuatro paredes, suponiendo que- finalmente- un día le llegó a Mordancio su ansiada jubilación para -estrés acumulado mediante- poder empezar a vivir un poco en paz, sin necesidad ya de hacerse el harakiri con una birome...




(1) Sasturain, Juan: "Battaglia, usted es un monstruo", en La oficina: el infierno tan temido correspondiente al libro El domicilio de la aventura, Colihue, Buenos Aires, 1995.

miércoles, 13 de junio de 2012

Patoruzito, primera historia (II): Mirco Repetto y Tulio Lovato





"Mi viejo hizo cuatro viajes, como Colón; en el último nos trajo a mi madre, a mi hermana y a mí. Nos trasplantó de la Liguria, de los montes Dracos, donde mi abuelo tenía una hostería, de la playa de Cestri Levate, de Santa Margherita, de Rapallo, de toda esa zona de mis correría infantiles, al Mercado de Abasto”.
Así le relataba Mirco Repetto (1915-1999) a Juan Sasturain su llegada a Buenos Aires a los 10 años, en tiempos de Marcelo T. de Alvear (1).

Dentro del mundo editorial, su primer trabajo como redactor fue en Bolita (donde estaban Lino Palacio y Raúl Roux, entre otros), apenas pasados los 15 años (1931/32).
Luego colaboró en Pololo, Mustafá y Barrilete. En estas dos últimas fue redactor, diagramador y director con apenas 20 años. Y realizó los primeros argumentos que dibujó Enrique Rapela. Trabajó en radio como libretista, pasó a dirigir Pilucho (revista infantil) y más tarde - en Fenómeno - hizo una historieta humorística de piratas, además de retocar obras extranjeras.
En 1939 realiza Don Alfonso en el diario socialista La Vanguardia. Allí apareció La vaca Aurora (un calificativo que se usaba en la época para tías y maestras gordas) y - en la edición dominical - Tadeo, el violinista.
En 1940, la vaca se muda a Carasucia, donde Mirco también hace Don Cleptómano.
Aurora más tarde aparece en Mundo Infantil, donde permanecerá alrededor de diez años.
En Patoruzú colaboró durante 1941 en la realización de la película Upa en Apuros y se quedó veinte años, trabajando como diagramador, redactor y guionista, además de ser director tanto de Patoruzú como de Patoruzito. En la primera hizo varios años el chiste mudo de la página tres, (firmando como Mirco), varias secciones personales y otras heredadas, los chistes a doble página de Gubellini, alguna idea de tapa, algún guión de Don Fierro y escribió cuentos con el seudónimo Tadeo de las Llanuras.
En la segunda fue, claro, el autor de los guiones del indiecito, calificados por Carlos Trillo y Guillermo Saccomanno como:
“…inteligentes, que proponían permanente acción, nuevos personajes y escenarios cambiantes” (2).
En la misma revista fue el creador de Vito Nervio, guionando otros personajes e historietas didácticas con temas argentinos.
Más tarde, cuando Quinterno ideó a Patora, fue Repetto quién le dio su particular carácter.
En 1961 se estableció en Paso del Rey, y siguió como colaborador por quince años más.
Disconforme con los nuevos directivos de la editorial (impuestos por los hijos de Quinterno), se fue a trabajar con García Ferré, para quién remozó personajes como Neurus, Larguirucho, Cachavacha e ideó los argumentos de Hijitus y Anteojito.
En la década del ’70, en tanto, La Vaca Aurora tuvo revista propia, de la que se publicaron una decena de números.

Antes de continuar con la siguiente biografía, hagamos un alto y volvamos a la aventura iniciada en la entrada anterior: Chiquizuel y sus artimañas obligan a Patoruzito a enfrentarse con la tribu de "Los Comecrudos" , sin embargo un extraño (y prehistórico) "enemigo" ayudará a poner las cosas en su lugar...








Marcelo Antonio Tulio Lovato nació en Buenos Aires en 1915. Fue un destacado estudiante de ingeniería pero, apasionado por el dibujo y la pintura, finalmente se dedicó de lleno a estas actividades.
A comienzos de la década del ’40, Dante Quinterno tenía entre sus proyectos la realización de dibujos animados. Para ello, contrató a dibujantes de gran capacidad, entre los que se encontraba el propio Lovato. Allí Tulio se convierte en director y supervisor de la tarea de los dibujantes animadores dedicados a la concreción de la película Upa en Apuros.
Además, Quinterno le confía tanto las tiras de Patoruzú en el diario “El Mundo” como las páginas del indio en la revista semanal. Como lo explica Miguel Dao en su blog…
“Es así como, ya desde fines de 1940, Quinterno introduce a Lovato como colaborador en las andanzas del indio, dejándolas exclusivamente a su cargo a mediados del ’41. En tanto que Lovato las dibuja hasta principios del ’44, con una última intervención en mayo de ese año”. (3)
Cuando Dante decidió crear el semanario Patoruzito, Lovato pasó de Patoruzú a esta nueva revista. La experiencia adquirida en la editorial más su notable sensibilidad le permitieron desarrollar en su totalidad las aventuras del pequeño cacique. Comentan Trillo y Saccomanno:
“Lovato fue generando un mundo transparente, idílico, en el que Patoruzito, el Bueno, resolvía los problemas más difíciles con una sonrisa que lo acompañaba en más de un cincuenta por ciento de los cuadritos”. (4)
Si bien con esta tarea y la de reemplazar a Quinterno en los dibujos de Patoruzú ya se estaba ganando un lugar de privilegio entre los grandes dibujantes humorísticos, no fue suficiente para él debido a que también brilló en la historieta seria, como el autor integral de Rinkel, el Ballenero, una aventura de barcos en los mares del sur. Volvamos a las palabras de Trillo y Saccomanno:
“Curioso caso de ‘doble personalidad’ el de Tulio Lovato, que dibujaba Patoruzito, hacía el lápiz del indio y creaba una maravillosa historia propia, dramática, seria, con innegable fuerza y resuelta con impecable vigor”. (5)
Los logros de Tulio no terminan aquí: participó con sus dibujos en campañas publicitarias, fue ilustrador en diversas publicaciones y un especialista - dentro de la pintura – en la creación de ‘marinas’.
Más tarde, a comienzos de los ’70, gracias a sus conocimientos de animación, organizó un estudio de dibujo animado publicitario.
Tras su fallecimiento en 1979, el creador de Patoruzú expresó que este desenlace...
“significó la amputación del brazo y la pierna derechos de nuestra empresa”. (6)
No podría existir una afirmación más acertada: se trató de un gran dibujante que fue admirado y reconocido por todos sus colegas.



(1) Juan Sasturain: reportaje a Mirco Repetto publicado en el libro “Buscados Vivos” (Astralib, 2004)

(2), 4) y 5) Carlos Trillo – Guillermo Saccomanno: "Historia de la Historieta Argentina" (Ediciones Record, 1980): Capítulo 10: "¡Salió Patoruzito!"

(3) Dao, Miguel: fragmento correspondiente al artículo “A Quinterno lo que es de Quinterno, a Lovato lo que es de Lovato”, publicado en el blog del autor (“Historietas-Cine-Teatro, por Dao”) el 29 de abril de 2012.

6) Vásquez Lucio, Oscar: "Historia del Humor Gráfico y Escrito en la Argentina", Tomo II, EUDEBA, 1987.




sábado, 12 de mayo de 2012

Caloi: el artista y el amigo (I)

Fragmentos de lo expresado por sus colegas y amigos a través de distintos medios, más algunos de los dibujos que lo homenajearon:

"Más allá de todo lo que hizo con Clemente, desarrolló el interés en el dibujo animado. En su programa se conocieron públicamente cosas que nadie llegaría a darse cuenta, y que ahora están a disposición del público. Si no era por Caloi no se conocían esos genios de la animación" (Alfredo Sabat).

"Se pierde un pedazo de tu infancia y tu adolescencia con la muerte de Caloi. La caricatura es como esa compañía constante, que está todos los días, te saluda y te dice una tontería que se le ocurrió. Muchas veces te acostumbrás y no te das cuenta de que está ahí, pero te acompaña todos los días" (Liniers).

"Yo te saludo, pájaro burlón,
y en vos a todos los que, de atorrantes
aún tienen –porque tuvieron antes–
para toda la vida, el corazón"
(Juan Sasturain).

"Caloi perteneció a una generación que renovó el humor. Esa generación, en la que estaban Roberto Fontanarrosa, Les Luthiers, Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya, Alejandro Dolina, entre otros, explota a finales de los ’60 y principios de los ’70 con un humor muy inteligente. Yo me sentí totalmente identificado con ese humor. Caloi era inteligente, cómplice con el lector u oyente" (Rudy).

"Caloi fue un creador más en la larga cadena para embellecer nuestro arte popular. Su humor ha sido rebelde, melancólico, porteño, futbolero, hedonista y atorrante" (Rep).

"Con Caloi jugué años al básquet en Gimnasia y Esgrima, y su hijo estudió en mi escuela". "Se fue un pedazo mío, siento que se ha muerto una parte de mí" (Carlos Garaycochea).

"Era un tipo muy accesible, llano, simpático, así como lo veías en la televisión, en “Caloi en su tinta”, era así de piola (…) Me encanta la poesía que él le ponía a sus cuadros. Es así: Quino dotaba a sus dibujos de reflexión, Fontanarrosa manejaba como nadie el costumbrismo y Caloi ponía en práctica la poética del dibujo" (Chanti).

“Fue un historietista fundamental e inevitable, no sólo de Argentina sino del siglo XX. Además, era una gran persona, muy desprendido, nada pedante, ni amarrete con sus saberes y con todo lo que podía ayudar a sus colegas. Fue uno de los faros” (Max Aguirre).

"El negro tenía una inmensa virtud: fue el alma máter de la página de Clarín que revolucionó el humor en los diarios argentinos. El humor de él fue diferente. Además de ser popular, estaba hecho con elementos populares. Tomó cosas del común de la gente y con eso hizo un humor que era para el común de la gente. No tomó a lo popular como estúpido, sino como lo que es: una inminencia en lo cotidiano" (Sendra).

domingo, 13 de marzo de 2011

Teodoro llega a la oficina

Roberto Lopez (Viuti) presentó (en el diario Clarín de Buenos Aires) su tira Teodoro & Cía. cuando comenzaba el año 1980. Y en 1981, fruto de la capacidad del dibujante y de la popularidad creciente del personaje, Ediciones de la Flor publicaba el primer tomo recopilatorio de esta historieta. De dicho libro fueron extraídos seis episodios (ver abajo), los primeros de una aventura que se prolongaría por espacio de casi diez años y que hubiese dado pie a por lo menos igual cantidad de tomos, pero que finalmente fueron sólo tres.

Juan Sasturaín - en El Domicilio de la Aventura (Colihue, 1995) - dedica un capítulo a las historietas que se desarrollan en el mundo de la oficina. Allí se refiere a Don Fierro, Falluteli, Motín a bordo y - por supuesto - a la historia de Teodoro y sus compañeros de trabajo. Sobre esta última expresa: "...en la oficina de Teodoro no hay vértigo ni gestos desmedidos, nadie grita ni se ríe demasiado; las quejas se deslizan a través de la ironía compartida a media voz, en la reflexión del muchacho del flequillo mientras abre alguno de los cajones altos del inmenso fichero (...). Viuti ha creado un mundo chato, sin angustias ni entusiasmos, un baldío habitado por cotidianos galeotes no demasiado sufrientes, patéticos en su medianía (...), una docena de personajes diferenciados que (...) no son unilaterales en su singularidad, no se representan a sí mismos sino que son, básicamente oficinistas. Y ése es el signo y el estigma que le da a todo una sutil mano de gris (...). La descripción propuesta dibuja el sistema, los mecanismos de su funcionamiento (...). De allí la brillante - por lo lograda - sordidez de Teodoro & Cía."

Sasturain entrevista a Ferro

Superhumor fue -sobretodo en sus primeros tiempos - una gran revista de historietas, una verdadera predecesora de la Fierro de los 80 y 90. En su número 2 (septiembre/octubre 1980), Juan Sasturain le realiza un extenso y riquísimo reportaje a Eduardo Ferro (el primero de una serie que incluiría a Mirco Repetto, José Luis Salinas y César Bruto, entre otros).
Ferro se referirá a sus comienzos, sus personajes, el mundo de la editorial Dante Quinterno y a sus proyectos, siempre presentes cualquiera fuese su edad. Un hermoso documento como excusa para seguir homenajeando al genial autor de Langostino.
Posteriormente (número 4 de la publicación) el dibujante presentaba a una de sus últimas creaciones: Yírolamo, corresponsal.
Muchos años después - en 2004 - esta misma entrevista formaría parte del libro Buscados Vivos (que incluía artículos referidos a los inmensos Battaglia, Oski , Divito, Lino Palacio y Calé).